DIARIO DE GRABACIÓN #3

La verdad es que no es demasiado báltico empezar las sesiones de grabación desayunando churros, pero es que es el desayuno más repetido desde que estamos grabando. Y con ésta ya son varias las alusiones a los cambios en las costumbres alimentarias que el grupo está experimentando en los últimos tiempos. Unas horas después engullíamos placenteramente un enorme y exquisito potaje de garbanzos, puro septentrionalismo culinario sí señor.

En cualquier caso la noticia del día es que hemos vuelto al estudio tras mi amigdalitis y la grabación que Raúl había tenido que intercalar en la semana pasada; y la sesión de hoy ha sido muy productiva. Cuatro canciones más que tienen el bajo grabado, y no ha sido fácil en dos de ellas. Estamos grabando de una manera poco habitual en nosotros, esto es componiendo sobre la marcha sobre bocetos que yo tenía preparados de las canciones y que luego hemos reestructurado en el estudio para construir las guías; y claro eso tiene una serie de dificultades añadidas al proceso, ya de por sí complicado, de grabar un disco. Hay que decidir entre los cuatro (y relativamente deprisa) si los arreglos que vamos haciendo son los que se quedan como definitivos o no, y bueno, eso requiere un nivel de concentración y de claridad de visión un tanto excepcional. También hay que decir que hemos tocado en el local la mayoría de estas canciones durante varios meses y ese trabajo de preproducción nos ha hecho tener claro al menos por dónde no queremos que vayan las canciones.
Hoy además hemos empezado a grabar algunos teclados, concretamente para You Never Sleep, una de las canciones que creo que tienen mejor futuro dentro del disco… ya veremos. De momento es muy interesante, y muy estimulante, ver la evolución que cada canción va sufriendo con el paso de los días y con la suma de instrumentos. Además vamos cuidando los detalles de una manera especialmente pormenorizada y minuciosa que posiblemente acabe con nosotros de alguna manera inesperada, sea en forma de enfermedad mental provocada por escuchar durante horas y horas el mismo clip de batería en busca del click maldito, sea como consecuencia de un asesinato múltiple perpetrado entre nosotros mismos, por no soportarnos más horas… Pero en cualquier caso está siendo una grabación muy placentera.
Hoy han sido más de doce horas de estudio, y mañana serán otras tantas… me voy a dormir, pero no sin antes deciros que si habéis llegado al final de esta entrada del blog os merecéis estos once segundos de primicia casi inaudible, pero inédita.

Buenas noches.

e.