Monday, April 09, 2007

ESTOS ÚLTIMOS DÍAS

Últimamente he escuchado cosas realmente curiosas sobre mi mismo, sobre The Baltic Sea, sobre gente a la que conozco, sobre gente a la que no conozco.

La mayoría de las cosas que he oído son tonterías, tanto si son buenas o son malas; son afirmaciones sin base alguna. Es como si en el fondo, sólo fuesen risas de desconocidos… que pueden llegar a hacerte sonreír, pero que olvidas de inmediato cuando pasas de largo. Y siempre, o casi siempre pasamos de largo.

Pero si que he escuchado cosas interesantes en los últimos días, quizás es sólo porque he encontrado gente interesante, pero el caso es que sea poco o muy usual, la verdad es que estoy gratamente sorprendido de haber tenido la oportunidad de dar con personas que, me han dado verdaderas lecciones de rotundidad dialéctica.

También he vuelto a comprobar como, al final de cuentas, era mentira eso de que ya no creía en nadie; Que al final de cuentas siempre conservamos un poso de credulidad inocente que nos hace seguir latiendo como una arteria gigante si nos abrazan de verdad por muy pequeñas que sean las manos que nos tocan, algo que nos deja seguir respirando aire limpio aunque todo parezca podrido fuera del dominio de nuestros abrazos muy bien elegidos.

Claro está, también atravieso por situaciones en las que observo como gente aparentemente normal se comporta de una manera muy extraña, y derrocha lindezas desesperadas a la salud de otros que al final terminan sintiéndose miserables sin motivos, o al menos sin más motivos que cualquiera de nosotros para creernos unos auténticos hijos de puta.

Es sorprendente la facilidad que tienen algunos para volcar todo lo horrible que se les pasa por la cabeza sobre la espalda de los demás. Cómo olvidamos todo lo malos que podemos llegar a ser y cómo se nos pasa el detalle de que no se trata de ser malos o buenos en términos absolutos, sino de ser coherentes y ecuánimes. Lo realmente divertido de todo esto es ser capaz de ajustar las cuentas con cada cuál sobre la marcha, ser capaces de ser justos hoy.

No hay justicias cósmicas, no hay vendetta alguna que se nos esconda acechante en alguna esquina oscura.

Ahora es el momento decisivo. El ángulo agudo que, en algún momento, nos hace cambiar de dirección a todos está aquí mismo, a la vuelta de la esquina. Y creo que ni siquiera tú te imaginas las ganas que tenía de ver el giro tan de cerca.

Me siento como un chico pequeño justo antes de un viaje a la playa; Sólo que como siempre, mi playa es tormentosa y gris. Y la arena no quema porque está congelada.

Mis Seychelles están tan al norte como siempre.

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