HOLA DE NUEVO

No, no es que tengamos como nuevos compañeros de viaje a la desgana y el abandono; no serán éstos los nuevos parámetros que enhebren nuestros proyectos. Es sólo que el verano ha sido, como siempre, largo y plúmbeo y que hemos estado empezando a escribir canciones nuevas a ritmo de coche diesel antiguo, mientras el resto del mundo se sumerge en la vorágine estival de playas, olas, festivales, viajes al hemisferio sur y toda esa sarta de estupideces percibidas con envidia casi lasciva y envenenada por parte de los que nos pasamos el verano trabajando en la ciudad. Qué le vamos a hacer, es lo que ha habido este año.

En cambio, las bondades de la no-interrupción estival son abundantes si miramos a través de los cristales adecuados. Creo que esto podría incluso ser también parte del buen humor ese que el nuevo-dogma independiente predica como propio, o ¿quizás el buen humor no sea más que una careta? En el fondo ni lo sé, ni me importa. Quiero decir que hace ya muchos años que decidí que los dogmas de fe son tan intragables si proceden de alguna organización ideológica jerarquizada, como si proceden del nuevo next best thing de turno. Lo que sí es cierto es que todo ese calor y todo ese tufo latino-mediterráneo me hace vibrar lo mismo que me hacía el año pasado, o cuando era pequeño: absolutamente nada.

En cambio, lo que sí que he sentido es la agorafobia estival de todos los años. Sólo quería un sitio frío y oscuro en el que refugiarme. Ni es casualidad ni nunca lo fue, que aún bajo el más pesado sol, yo siga pensando en cómo escaparme al norte, siempre he odiado las playas en verano.

Todo esto desemboca en el segundo disco de The Baltic Sea. Tengo que reconocer que hemos tenido mucha suerte de haber podido tomar las decisiones correctas en los últimos meses y, como consecuencia de todo ese cúmulo de casuales e intencionados aciertos, ahora nos encontramos con una situación muy confortable en la que afrontar la grabación del segundo larga duración del grupo. Estamos ya en ello.

Haciendo un poco balance de lo que llevamos de año, e intentando predecir honestamente de alguna manera lo que pasará con nosotros en lo que queda de él, creo que estamos en condiciones de afirmar que este año 2008 habrá sido decisivo cuando nos despidamos de él. Los conciertos más importantes que hemos tenido hasta la fecha, y las bases para lo que será el momento más importante (la tan temida confirmación de una banda, el segundo disco) se han producido este año.

Los réditos de Forthcoming Science Theory hasta la fecha han excedido las mejores predicciones que manejábamos, aunque para ser sinceros esperábamos un poco más para el verano; más conciertos básicamente... pero es que parece que construir una cantera de errores comunes es algo imprescindible, errores de todas las partes implicadas. Pero ahora nos toca olvidarnos un poco de todo eso y empezar a pensar que todo lo que hagamos ahora, en estos meses, condicionará lo que nos pase en los próximos dos años.

Las canciones en las que estamos trabajando ahora mismo no parecen ser demasiado continuistas con las del primer disco. No sé si debería adelantar nada, sobre todo porque no tengo ni idea de por dónde andarán los tiros cuando podamos decir abiertamente cómo es el disco; así que creo que lo mejor será esperar y ver cómo sale todo.

A partir de ahora intentaré volver a escribir un cuaderno de bitácora del proceso de gestación del disco. Grabaremos tranquilamente en casa, y mantendré esto actualizado con texto, vídeo e imágenes de lo que vaya pasando en el estudio. De nuevo se abre un tiempo excitante para nosotros. Espero que paséis por aquí frecuentemente y que seamos como de la familia cuando el disco esté terminado y en las tiendas; que con un poco de suerte y esfuerzo, será antes de la primavera del año que viene.

Muchas gracias por seguirnos en el blog. Seguiremos por aquí. Un abrazo desde las costas del Báltico. Definitivamente ya terminó el verano, menos mal.

e.