Monday, August 17, 2009

DIARIO DE GRABACIÓN # ? - THE RIVER SIDE.

The River Side.


Take me back to the river side, where we used to hide.

Let’s go back to the former days when we rode our bikes.

Fly me back to the shady place where we learnt to lie.

And tell me how long has it been since that day the we last tried.


All these years, all these nights of black… we have grown so fast.

Burn my bed and the lands I walk as my life goes by.

Pouring down from these cloudy skies like the sweat, the blood.

Now that we know we are not so young, not anymore.


And now it seems so odd, I crashed my car, got lost.

And all we seem to know is how to do things wrong.

Sometimes it happens we are only liars, aren’t we?

***

Cuando era más joven, hace ya más de diez años, solía montar en bici de una manera compulsiva. Digamos que me lo tomaba demasiado en serio. Entrenaba tanto que me inscribía en carreras, llegué a correr algunas carreras importantes de bicicleta de montaña y durante varias temporadas entrené siguiendo una rutina, era parte de un equipo federado. No gané ni una sola carrera, nunca. Apenas conseguí algún puesto de entre los diez primeros, alguna vez.


Curiosamente de los miles de kilómetros que recorrí en aquellos intempestivos años de entrenamiento no recuerdo demasiado casi ninguna cosa, pero las que han quedado impresas en mi memoria están firmemente sujetas, y siempre florecen adjuntas a ciertas situaciones por las que atravieso de manera más o menos cotidiana; a visiones que son habituales a mis ojos.


Hay un sitio, que no es precisamente la orilla de un río, al que siempre termino llegando física o mentalmente cuando salta uno de esos resortes de los que hablo, aunque muy a menudo paso la tarde o la mañana en ese recodo de ese embalse, al que ahora llego en coche mientras pienso, en cada cuesta arriba del camino, cómo era posible que yo hubiese sido capaz de subir por allí alegremente en bicicleta alguna vez en mi vida. Sin embargo la evocación es más compleja, claro.


Cuando escribí The River Side lo hice pensando en el tiempo que ha pasado desde entonces. En las mentiras que he ido asumiendo como realidades incontestables a lo largo de los años, en cómo he cambiado desde que tenía diecisiete o diecinueve años. En mi hermano, y en cómo éramos cuando pasábamos al menos dos o tres horas al día juntos en la bici, si hablar necesariamente de nada. En cómo conocía cada soplido de sus pulmones cuando subíamos tal o cuál montaña pedaleando. En definitiva esta canción habla de mí mismo y de la necesidad de asumirme distinto a mi yo de hace algo más de una década, a la vez de ser capaz de afirmar con rotundidad que no volvería atrás por nada del mundo, aunque siempre echaré de menos esos días.

Siempre siento que cuando aprendo algo, un fragmento de mi vida muere; y he aprendido muchas cosas.

Y claro, al hilo de esto que digo de la muerte fragmentaria de la vida de uno mismo como resultado del aprendizaje, siempre termino acordándome de la primera vez que mentí y que me salió bien. Y recuerdo a quién mentí y cómo sentí la victoria al no ser descubierto, a la vez que entendía que una parte de mi corazón se petrificaba con el triunfo. Entonces empecé a escribir canciones tristes.


Hoy controlo mucho más el torrente de tristezas que quiero encauzar hacia mis canciones, al menos canalizo con bastante prudencia el caudal de negruras que quiero verter en cada canción para The Baltic Sea, lo que no quiere decir que vaya a hacer lo mismo con las canciones de I am Dive.


Buenas noches,

e.