DIARIO DE GRABACIÓN # ? - MEETING PEOPLE IS EASY

Estamos de acuerdo en que no podemos saber qué pensamos los unos de los otros, no todo el tiempo. Las conexiones sinceras son raras. Muy pocas veces es uno capaz de aseverar, sin temor a perder la apuesta, qué piensa el otro. Honestamente, creo que no puedo poner la mano en el fuego por casi nadie. Me quemaría, como me quemo. Como me he quemado ya, como me quemaré.

No se trata de añorar confianzas que nunca se tuvieron, la verdad es que si uno lo piensa detenidamente, ¿por qué entristecerse pensando en cómo te han traicionado, si la traición siempre estuvo latente? Eso ayuda. Pero lo cierto es que a fin de cuentas, y siendo un sentimental como soy, no puedo más que regodearme en las dagas que me saco de la espalda casi cada día últimamente. Hace tiempo que aprendí que los estoques son necesarios, que nada que carezca de dificultades merece la pena, que todo es variable y que no soy la mejor persona sobre la faz de la Tierra. Pero sí que escuecen las heridas cuando el alcohol de quemar llega de manos inesperadas y a destiempo.
El concepto de traición es atávico. Siempre ha pasado que nos hemos fallado los unos a los otros. Y siempre hay quien ha sabido volcar en su cesta los réditos que indefectiblemente emanan de las decepciones y quien no ha sido capaz más que de llorar por la pérdida que indefectiblemente ocurre. Siempre es así. Seguirá siéndolo.

Pero confiar en los demás es algo a lo que difícilmente podemos renunciar. Al menos yo no. Sólo he dejado de confiar en personas muy concretas, en momentos muy puntuales. Por motivos que para mí eran suficientes y con carácter irreversible. Pero el espectro de traiciones es amplio, hay muchos niveles, muchas caretas. Hasta ahora, he podido saltar por encima de los que me importaron un día y perdieron mi confianza de una manera más o menos limpia, pero ahora soy más viejo y salto con menos agilidad; o no quiero saltar. En cualquier caso, cada vez es más sencillo, y más doloroso.

No sabéis mantenerlo en secreto y no me importa. Está bien, es lo mejor que sabéis hacer.
Buenas noches,
e.