HOME, BLACK HOME.
Muchos de nosotros pasamos por encima de los días, los meses y los años de una manera somera. Escoger un camino u otro es sólo decisión de uno mismo, pero lo que nadie puede negar es que una vez que has visto el verdadero sendero de por dónde quieres que vayan tus pasos sólo te quedan dos opciones: recorrerlo y asumir el riesgo más que real de fracasar o, por otra parte, mirar hacia otro lado y criar un gran elefante blanco que jamás abandonará tu habitación, por muy grandes y caros que sean los espejos y los armarios que hayas podido comprar. Por muy opacas que sean tus cortinas. Hay eventos en nuestras vidas que escapan por completo a nuestro control, pero que es la forma en la que los afrontamos y cómo reaccionamos ante ellos lo que nos define y nos hace personas dignas o basura.
Eso sí. Escoger el camino difícil no es sólo conceptualmente complejo. Hay que saber encajar muchos tipos distintos de desprecios y decepciones. Aprender a contestar preguntas impertinentes de personas que, sean sólo impertinentes o simples estúpidos, pretenden regodearse en su opulencia al comprobar que tú, que sacabas mejores notas en el colegio, no tienes aún un trabajo fijo, o un coche grande, una casa en cualquier urbanización estandar. En el fondo hay que pasar por muchas fases de ira y odio viscerales para entender que, en el fondo, en el mundo sólo hay dos tipos de personas. Los que lideran sus vidas y los que no y no seré yo quien diga dónde está cada cual. Al final se trata sólo de respirar hondo y entender que las decisiones que uno ha tomado, y toma, tienen consecuencias; que a final de cuentas siempre pasa que es difícil echarse a la espalda todo lo que no te esperabas que pasaría y seguir caminando. Es difícil.
Estoy en casa, de nuevo. Debe ser por eso que me dejo atrapar, aunque sea sólo por un momento, por la negrura de los regresos involuntarios y me muestre amargo. Pero ha sido una semana buena. Volver al norte, qué ganas tenía. Para bien o para mal, ha sido importante pasar esta semana fuera, lejos.
Buenas noches,
e.