Monday, June 21, 2010

HOME, BLACK HOME.

Las cosas que uno vive no son la vida de uno. Pienso mucho en ello desde que escuché una reflexión de alguien (cuyo nombre no recuerdo) sobre el tema. Tampoco recuerdo dónde la escuché. Pero saqué en claro que estaba de acuerdo con que nada de lo que uno ha vivido determina por sí mismo la vida de un individuo concreto. La vida no es lo que uno vive, sino cómo lo recuerda, como las heridas son profundas en cuanto grandes y duraderas las cicatrices que atestiguan su existencia pasada.

Muchos de nosotros pasamos por encima de los días, los meses y los años de una manera somera. Escoger un camino u otro es sólo decisión de uno mismo, pero lo que nadie puede negar es que una vez que has visto el verdadero sendero de por dónde quieres que vayan tus pasos sólo te quedan dos opciones: recorrerlo y asumir el riesgo más que real de fracasar o, por otra parte, mirar hacia otro lado y criar un gran elefante blanco que jamás abandonará tu habitación, por muy grandes y caros que sean los espejos y los armarios que hayas podido comprar. Por muy opacas que sean tus cortinas. Hay eventos en nuestras vidas que escapan por completo a nuestro control, pero que es la forma en la que los afrontamos y cómo reaccionamos ante ellos lo que nos define y nos hace personas dignas o basura.

Eso sí. Escoger el camino difícil no es sólo conceptualmente complejo. Hay que saber encajar muchos tipos distintos de desprecios y decepciones. Aprender a contestar preguntas impertinentes de personas que, sean sólo impertinentes o simples estúpidos, pretenden regodearse en su opulencia al comprobar que tú, que sacabas mejores notas en el colegio, no tienes aún un trabajo fijo, o un coche grande, una casa en cualquier urbanización estandar. En el fondo hay que pasar por muchas fases de ira y odio viscerales para entender que, en el fondo, en el mundo sólo hay dos tipos de personas. Los que lideran sus vidas y los que no y no seré yo quien diga dónde está cada cual. Al final se trata sólo de respirar hondo y entender que las decisiones que uno ha tomado, y toma, tienen consecuencias; que a final de cuentas siempre pasa que es difícil echarse a la espalda todo lo que no te esperabas que pasaría y seguir caminando. Es difícil.

Estoy en casa, de nuevo. Debe ser por eso que me dejo atrapar, aunque sea sólo por un momento, por la negrura de los regresos involuntarios y me muestre amargo. Pero ha sido una semana buena. Volver al norte, qué ganas tenía. Para bien o para mal, ha sido importante pasar esta semana fuera, lejos.

Buenas noches,

e.

Friday, June 18, 2010

VIERNES, MADRID.

Cinco días y seis conciertos después la gira de acústicos ha terminado. Esta noche estoy exhausto y me limitaré a actualizar algunas fotos como avance del post que mañana supondrá el broche final a esta serie de entradas sobre mis días de giras.
Dos conciertos en tres horas, en dos escenarios FNAC que están a cincuenta kilómetros de M30 el uno del otro, y luego concierto de Matiné que presentaban disco y luego Costello. No sé si estoy despierto o sueño que actualizo.
Estoy agotado.
Mañana os atenderé como es debido pero, entretanto, hasta mañana.
Buenas noches,
e.

Ah. Por cierto, el centro comercial Plaza Norte es la mayor horterada de cuantas conozco. Qué barbaridad.


Thursday, June 17, 2010

JUEVES, OVIEDO.

La Ría no terminó de desbordarse, al menos no tan cataclísmicamente como estaba siendo previsto por todos. En sitios cercanos, como Getxo ha sido un desastre, pero al parecer la marea no lo complicó todo a final de cuentas en Bilbao. Yo amanecí en mi cama de la zona alta de la ciudad, con el tiempo justo para desayunar y salir hacia Oviedo. Había dejado de llover, y por lo que parece no lloverá más por ahora.

Entre Bilbao y Oviedo hay unos trescientos kilómetros, hoy soleados. El paisaje cambia sustancialmente y empiezan a aparecer los eucaliptos en los montes, irán siendo cada vez más frecuentes hasta Galicia, exceptuando el honroso paréntesis de la zona costera de los Picos de Europa, donde el bosque atlántico reaparece felizmente. En cualquier caso el paisaje es espectacular, incluso los retazos industriales de la zona de Sestao tienen un encanto estético concreto, no son del todo desagradables todas esas fábricas vetustas y desvencijadas, aunque expulsen constantemente quién sabe qué fluidos y gases contaminantes.

A la derecha, al menos hasta Santander, no dejaban de aparecer acantilados batidos por el océano (...perdón, por el Mar Cantábrico) que hoy parecía relajarse a medida que el sol iba calentando para terminar en la calma en la que ha desembocado la tarde aquí en Oviedo.
Hoy el concierto ha resultado ser, de largo, el de mejor sonido de cuantos he hecho hasta ahora (y no me refiero sólo a esta gira, sino a todos los acústicos que tenido hasta la fecha, sea con I am Dive o con The Baltic Sea). ¡Será difícil sonar así de bien más veces! (gracias, Rafa, has hecho un trabajo excelente hoy). Del mismo modo tengo que decir que ha resultado también ser el concierto con menos público de la gira. Exactamente tres asistentes, dos camareras de la cafetería y un técnico de sonido. Tres personas, vamos. Pero de nuevo encontré entre esas personas alguien que había venido exclusivamente al concierto; desde Avilés en este caso, que no está cerca como para venir por casualidad. Es más, ha venido con su entrada para el Festival Arenal Sound (en el que estaremos en Julio) y me ha pedido que se la firmase. Estaba muy cansado y a lo mejor no he sido todo lo efusivo que debiera al pasarme esto, pero esto me ha hecho a mí más ilusión que a ella casi con total seguridad.

Oviedo esta noche está semi desierta. He paseado un rato por el centro y algún parque y no he podido dejar de sorprenderme del frío que hace aquí. Acto seguido ha venido el terror al pensar en el calor que nos queda por pasar en Sevilla. El cansancio acumulado no me ha dejado alargar mucho la incursión nocturna y el almuerzo, una auténtica fabada asturiana al entrar en el Principado este medio día, me ha hecho olvidar la cena… así que, ya desde la cama, terminaré este párrafo, calcularé los tiempos del itinerario de mañana y dormiré. Mañana, Madrid.

Buenas noches.
e.

Wednesday, June 16, 2010

MIÉRCOLES, BILBAO.

Salté de la cama y me asomé para ver los acantilados, pero la niebla era tan espesa que no veía más allá de unos metros; la copa de unos árboles y poco más. De hecho creo que más que niebla eran nubes, porque llovía con bastante intensidad en ese momento.

La lluvia y el viento han ido arreciando todo el rato en el día de hoy y los kilómetros entre San Sebastián y Bilbao no tenían ni un solo claro de lluvia, ahora parece que no llueve tan fuerte. Aquí no llegará el verano este año, qué suerte tienen estos norteños.

Bilbao estaba hoy prácticamente opaca de lluvia, de vaho y de viento. Nada muy parecido a lo que podría ser una tarde de paseo que facilitase las cosas para que acudiese gente al concierto en el fórum de la FNAC. Aún así ha sido muy reconfortante ver cómo alguna de las aproximadamente diez personas que se sentaron enfrente esta tarde, había salido de casa en pleno temporal para venir a escuchar lo que yo tuviera que ofrecer. Es más, uno de ellos me contó que conocía a The Baltic Sea desde el principio, que nos había visto ya en varias ocasiones y que venía sólo a eso, a escuchar. Sólo por eso merecía la pena estar aquí. Además hoy me he reencontrado con los amigos de Bi FM (Bidebieta Irratia), con quienes estuve esta mañana haciendo una entrevista y un pequeño acústico cuyo podcast estará disponible muy pronto en su página web.

Ahora ando pendiente de la ETB, a ver si me cuentan que se inunda la ciudad o no. Afortunadamente no estoy en una zona baja, o cercana a la Ría con lo que los riesgos de que mañana tenga el coche en un parque acuático en lugar de en un parking son muy remotas, pero aquí en Bilbao está la cuestión muy cerca del desastre. Hace una hora aproximadamente, casi en la pleamar, el Nervión estaba a escasos diez centímetros de la riada, y aún faltaba marea por subir. Espero que no pase nada finalmente, menuda noche les queda a algunos.

Las vistas desde mi habitación hoy no son las de ayer, pero no me desagradan. Me recuerda a otro sitio, hace algunos años. En cualquier caso, me gusta estar aquí.


Buenas noches a todos.

e.